Quien me conoce saber que tengo cierta atracción por las cosas del pasado, por aquellos objetos, aquellas paredes, prendas que tienen tanto escondido y mucho que contar.

Cuando diseñaba la colección me transporté en un mundo de postguerra, un mundo introvertido, una atmósfera, por ejemplo, la de la campinga inglesa, lejos de la Ciudad, todo pasaba dentro dentro de las casas y bajo capas de pintura y moquetas permanecen todas esas experiencias vividas que las paredes se callan, donde había color y emoción y fuera se respiraba sobriedad.

Las Fiestas de cierta notoriedad y protocolo que se esperaban con muchas ganas, que la gente entendía el vestir pocas prendas pero de calidad, que la fibra y el tejido se valoraba de VERDAD y perduraba hasta hoy en el armario de nuestras abuelas como si fuera nuevo.
Hoy en día todo son prisas, trabajo, excusas y la manera y las ganas de vestir dónde la hemos dejado?
Es un momento en el que el MENOS es MÁS es imprescindible y la CALIDAD se ha olvidado de la cantidad.
Hoy en día todo son prisas, trabajo, excusas y la manera y las ganas de vestir dónde la hemos dejado?
Es un momento en el que el MENOS es MÁS es imprescindible y la CALIDAD se ha olvidado de la cantidad.

Todo pasa por algo y nada es para siempre, para siempre solo hay una cosa, el recuerdo de lo vivido y que pueda ser contado.
ELEGANCIA, CALIDAD Y CON ACTITUD A LA CALLE!